Dios en su infinita bondad hacia el ser humano, creó y permitió la existencia de los animales para que conformaran junto a los seres humanos una alianza e un intercambio simbiótico donde ninguna de las partes se beneficiara o se perjudicara. Más sin embargo el ser humano se ha dedicado a abusar de estos seres, muchas veces más débiles que él mismo cometiendo crímenes y atropellos contra estos. La crueldad del ser humano no tiene límites. ¿Quien no ha experimentado una forma del amor en una de sus expresiones más puras cuando somos recibidos en nuestro hogar por nuestras adorables mascotas que lo único que desean de nosotros es una caricia que muchas veces es una migaja que le otorgamos a quien se considera nuestro mejor amigo? Luchemos para y por los derechos de los animales.
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